Heridas y obsesiones

Se que su ex fue muy importante en su vida, me hablaba mucho de ella. Me contó de su cuerpo atlético con su abdomen plano, de como toda la vida quería saber de ella, de que quizá si no hubieran terminado hubieran llegado a vivir en pareja. Detalles ensordecedores: su ropa, sus gustos, sus sueños y lo chingona que era a su corta edad. Exitosa y maravillosa en todos los sentidos. Incluso me hablo de lo mucho que le enseño en la cama. En una palabra y literal de su boca"el amor de su vida".

Irremediablemente comencé a compararme, empezó a crecer en mi un dolor en el pecho que culminó en obsesión. Me atreví a husmear en su face, a buscar fotos con ella, encontré claro (el que busca, encuentra). Esas fotos eran de 3 años atrás, pero por nerviosismo y pendejismo le di un like. A. B. me preguntó porque había hecho eso, claro era una forma de desenterrar el pasado al que ya no quería regresar. Para calmar mis celos decidió eliminarla del face y yo decidí cerrar definitivamente mi cuenta cuando me percate que en otro face la seguía conservando de amiga. 

Fue doloroso para A. B. porque me dijo que tenían una especie de pacto y que al eliminarla del face quería decir que ya nunca más volverían.  La ex a quien llamaremos simplemente May, le envió un correo que supongo sirvió para que las dos partes cerraran el círculo. 

Bueno parece un final feliz pero no lo es. Hace un mes perdí mi celular, así que A. B. me vendió uno que ya no usa, pero lo dejo abierto, y yo empece a husmear. Entré al messenger y leí las largas conversaciones que terminaban en enero del 2017. La verdad es que hasta sentí un poco de pena porque solo A. B. escribía frases como "mi amor" o "te quiero" ( ella no ) incluso en alguna hacía referencia a que se cuidará de su gripa porque podrían contagiar a su pareja y May solo le contesto o sea "¿como? ¿tengo?" auch. Parecía más bien una relación de poliamor donde May le escribió que pensaba todo el día en otra persona y A. B. escribía que era triste cuando el amor no era correspondido. Me dio rabia que esa mujer tan promiscua tuviera un altar en su corazón. 

Por salud mental resetie el tel y se lo hice saber, solo dijo que no tenía nada que esconder. Pero es como que otra vez el gusano del celo me comiera los intestinos, recordé el correo del que hablo meses atrás y quise leerlo. Un día de trabajo dejó sus correos abiertos en mi pc ( el personal y el laboral) así que entré al personal y sólo halle las clásicas notificaciones del face de lo que May hace, recordé que en el face que se supone no usa la conservaba de amiga pero entonces si no lo usa ¿porque carajos le llegan las notificaciones?

Y bueno en el colmo de mi estupidez le conté lo del correo y maduramente ( según yo ) le dije que comprendía que yo no era única y que así como deseaba conservar una relación ( aunque sea de amistad) conmigo toda la vida, pues quizá con ella que fue alguien tan importante también lo quisiera hacer. Sin embargo el daño ya estaba hecho, porque yo nunca debí meterme a su privacidad. Y allí A. B. me da lecciones de madurez, jamás entra a mi blog porque dice que me respeta y tal vez sienta mucho celo por Antonio pero no me lo deja saber como yo lo hago. Le pedí disculpas y le dije que mañana iría a su casa, me dijo que no, que tenía cosas que hacer. Más claro ni el agua. Antes de colgar me contó la historia de su pequeña sobrina de tres años que se enojo con la abuela porque le prestó un vasito a su hermano. Pero se desquito con A. B., entonces le dijo sabias palabras a la niña "Yo no te hice nada, ve y desahoga tu enojo con quien lo causo". Eso mismo pasa conmigo, A. B. no me engaña, nunca lo hizo y  nunca la hará. Quién me engaño fue Antonio, es con él con quien debería tener rabia, pero la verdad ya no me importa, sólo quiero que cumpla su promesa de vender la casa para poder divorciarnos de una buena vez. Pero si tampoco la rabia es con él, me temo que es conmigo misma, veía en el face las fotos de May, no me parece guapa pero efectivamente el ejercicio le ha hecho un cuerpo muy atlético, es al menos diez años más joven que yo y ya tiene su doctorado y compró una casa.Yo llevo un año peleando con mi sobrepeso, jamás tendré un abdomen plano ni esas piernotas y pompotas que A. B. le escribió en un mensaje. Mi cuerpo es el de una señora de 41 años, lleno de estrias y flacidez y por más ejercicio que haga todos los días, nunca borrare el hecho de haber tenido dos hijos y no cuidarme hasta 8 años después. Respecto a los viajes y convivencia que ella le daba, bueno yo siempre tendré a dos pequeñitos conmigo, nunca será igual (ella no tiene hijos) El doctorado curiosamente lo estudiamos en la misma escuela, quizá hasta algún día coincidimos pero ella ya lo concluyo y yo sigo tratando de juntar el dinero para la titulación y el grado. ¿La casa? yo compre una que es en la que vive ahora Antonio y que si cambia de opinión y no se traspasa, mi crédito hipotecario se queda allí, con mi sueldo no puedo más que aspirar a rentar un lugar. Así que mejor no sigo con la competencia porque evidentemente pierdo, como perdí frente a las mujeres con las que Antonio me engaño. 

En este momento me siento profundamente triste y avergonzada, de verdad quisiera curarme las heridas, quisiera arrancarme la obsesión, sólo que no se como lograrlo.