sábado, 31 de mayo de 2014

El Convenio

Me dijo que sí nos veríamos así que me apresure. Me bañe, me puse ropa que creí que me venía bien y me maquille de modo tal que mis ojos verdes resaltaran. Llovía y el café esta a un par de calles, pero como no quería arruinar mi atuendo le pedí a mi papá que me llevara hasta allá. Mientras más me acercaba más rápido latía mi corazón.
Llegué muy sonriente aun con el cabello mojado y lo encontré entre toda esa gente ruidosa con su pequeña taza de expresso. Le di una gran sonrisa y él solo esbozo una mueca. No supe como empezar una conversación así que sólo me disculpe por llegar un poco retrasada. Observé que me miró con una expresión de nostalgia y luego miró mi bolso del que sobresalían dos folders verde tamaño oficio. 
Finalmente pensé que no debía dar rodeos, así que saque un folder y se lo entregue.
-En realidad no quiero hablar sólo de los niños, quiero hablar de nosotros y pues todo repercute en ellos. Es el convenio del divorcio, le dije mientras indicaba a la mesera que no quería nada.
- Ah si yo también lo estaba viendo. 
Sentí que me hundía en la silla, pensé tanto en ese momento, el momento en que creí que me diría, fla lo he pensado y creo que deberíamos de estar juntos de nuevo. 
Sin embargo no fue así y nos limitamos a llegar a acuerdos sobre los niños, tiempo, dinero, lugar de vivienda, etc. 
Me contó que le va muy mal, que no puede dar más dinero a los niños que venderá el carro y la moto y que en general no esta bien. 
Yo también platique un poco de lo que ha sido de mi estos dos meses y de los planes que tengo para los niños y para mí. 
Cuando terminamos de leer el convenio pidió la cuenta, se levanto y le dije que contaba conmigo y que esperaba que todo estuviera bien. Se puso el casco de la moto, se subió en ella y se fue.
Yo me quedé llorando y la lluvia que caía sobre mi atuendo y mi maquillaje impecable no parecía importarme ya. Sentía que no podía dar un paso, como si me hubieran clavado afuera del café. Así que sólo pude marcarle a mi papá y pedirle que fuera por mi. 
Subí a la camioneta y no pude ni contestarle a papá porque el llanto no me dejaba. Entré a casa y todos guardaron silencio cuando escucharon mi llanto. Tuve que contenerme rápidamente porque mi pequeño Leo estaba tomando la merienda en la cocina. 
Me sentía como si me hubieran golpeado con un mazo en la cabeza, sólo quería dormir y así lo hice, ya no bañe a los niños ni prepare las maletas para que al otro día se los llevara su papá. 
Me acosté recordando cuando me prometió por messenger que si me tomaba un café con él me dejaría en paz y en realidad me pidió que fuera su novia. 
Después de 4 meses de nuestra ruptura como novios me pidió un último café para despedirnos y fue allí cuando me pidió que fuera su esposa. 
Y ahora yo lo llevé hasta un café para pedirle el divorcio.
Me dormí con la certeza que este paso es necesario para comenzar una nueva etapa.

sábado, 17 de mayo de 2014

Un bajón, el primero de muchos.

Voy llegando de mi casa, sólo me acompaño mi mamá porque a los niños se los llevó Mario, si Mario ya no es fla, la verdad es que esta semana hable con mi viejo amigo Josué y él siempre se ha caracterizado por su sinceridad cruel y me hizo ver cosas que hasta ahora yo no había querido. La verdad es que no se que diablos estoy esperando para pedirle el divorcio y aunque dice la psicológa que lo más importante es el divorcio mental, para mí el papel tiene un gran significado porque representa una barrera para que yo volviera con él o para que él quizá me lo pida. Pero la realidad es que el no me quiere y me lo dijo, no tengo porque pensar en su regreso.
Bueno el caso es que me senté en el comedor de mi casa y me sentía rodeada de recuerdos, vi mi vida en familia desde la mañana hasta la noche. Recordé a los niños corriendo hacia el jardín en las mañanas a fla preparando el desayuno y luego los dos sentados en ese comedor haciendo planes para nuestro día. Saliendo a pasear, regresando a esa misma casa con una película o una botana o los ingredientes para que me preparara una rica comida y los niños jugando y después de comer y lavar trastes todos subirnos a ver tele a compartir tiempo. No pude evitar llorar y sentía que por más que lloraba la tristeza seguía allí. 
Y vuelvo al tema del divorcio porque quizá me convenga que se venda esa casa y empezar de nuevo en otro lugar que este vacío de recuerdos, un lugar nuevo en el que mis hijos y yo tengamos un principio. 
También con el divorcio quedarán estipulados los horarios en que él vendrá a verlos y el dinero que tiene que dar porque hoy fue el primer día que falló con eso y la verdad es que yo tampoco ando bien en esa parte, así que necesito que me lo de.
Lo peor de toda esta historia es que he vuelto a llorar, tenía días sin necesitarlo pero hoy otra vez recaí, cuando estaba sentada allí en mi casa tuve el deseo de regresar el tiempo, de que nada hubiera pasado y estar allí con mi familia, con él, con mis hijos. Me reprocho mucho ponerme así, pensar que este es un bajón de muchos que vienen. Y me molesto porque estoy tratando de salir, esta semana tuve mi primera clase de manejo, mi segunda sesión con la psicóloga, me fui a correr,  me levante temprano a limpiar la casa, estoy tratando de ocuparme para salir adelante pero todos los esfuerzos parecen en vano.

domingo, 11 de mayo de 2014

Agüitas

El viernes fue mi primera sesión con la psicológa y pues siento que me fue bien, poco a poco debo sentirme más fuerte y tranquila.Pero sin duda lo que más me ha ayudado son los viajes que he realizado. Primero fue a Tlapacoyan y ahora me escape el fin de semana pasado a Aguascalientes fui a la fiesta familiar y a la feria de San Marcos. Llegamos el jueves por la tarde, directo a visitar a mis tíos y después en la noche a la feria, muy cansados los niños pero aun así entraron al show de los delfines, comieron pulpitos y jugaron a las canicas.


El viernes fue un día medio perdido y de pleito porque pasamos la mayor parte del día con unos amigos de mis papás, lo único bueno fue ir a desayunar al Mitla y que los niños entraron a un taller de vasijas.
El sábado nos repusimos porque desde muy temprano nos fuimos a la feria nacional de San Marcos, todo muy bien, los niños entraron a varios talleres. Por la tarde fue la comida y allí platique mucho con mis primos y eso definitivamente me ayudo, creo que mientras más hablo de lo de mi separación, mejor me siento. 






El Domingo fue día de juegos mecánicos y sucedió algo muy bonito, a Mario Iván no le gustan los juegos pero quisó subirse a los troncos y fue extremo para él, pero el que nos subieramos juntos le dio mucha confianza y ya después no lo podía parar jaja, se subió a muchos y lo disfruto mucho. 
Y bueno el lunes anduvimos de compras y nos regresamos, muy cansada pero muy feliz. Así que mi consejo contra la depresión es viajar, viajar mucho.