Mi vida en casa

Por fin, después de 8 años de tener mi casita, es hasta ahora que de nuevo vivo en ella. Aun no me acostumbro del todo pero debo decir que en general estoy contenta. Mas o menos mi vida ahora es así. 

Me levanto a las 4:45 para hacer ejercicio en mi caminadora por media hora, para entonces ya prendí el boiler, me meto a bañar y como a eso de las 6, despierto a Antonio. Despertamos a los niños y mientras los presionamos para que se vistan, Antonio prepara el desayuno y el lunch de los tres, siguiendo estrictamente mi dieta jaja. Y hablando de eso, llevo perdidos 1kg. con 200 gramos, ya solo me faltan 24, 800 jaja. 

En estas dos semanas encontramos una ruta por Tepotzotlan que nos permite estar en mi trabajo en media hora, así que salimos como entre las 7:15 y las 7:30 y llegamos muy bien a las 8:00. 

Después de dejarnos a Mario Iván y a mi en la escuela. Antonio se va a dejar a Leo al kinder y de allí espera en casa de Yeya o va a ver a clientes, según lo que tenga que hacer. A la 1:00 recoje a Leo y después a nosotros. Allí varía, los lunes y miércoles podemos irnos directo a casa, los martes tenemos que ir a la regularización de 2:30 a 3:30 y los jueves al inglés de 1:30 a 2:30, terminando eso ya para la casa. Los viernes nos quedamos con yeya porque las clases de cultura son hasta las 4:00. 

Cuando llegamos a nuestra casa por la tarde, Antonio regularmente se va, claro que antes nos deja la comida preparada ( recuerden que yo no cocino, jeje). En la tarde lavo ropa, trastes, procuro mantener levantado, tiro la basura, etc. labores de esposa desesperada. Además de hacer la tarea con los niños, darles de merendar y bañarlos. Para más erotismo, no tenemos internet, ni t.v., solo x box, así que dejo jugar a los niños un poco al terminar las tareas, pero juegan mas a la antigua, juguetes, pelota y atrapar bichos en el jardín. 

Por la noche después de bañarlos y cenar, nos metemos los tres a la cama ( Leo, Mario Iván y yo, no piense mal) ha hecho tanto frío que soy feliz de tenerlos allí conmigo, hasta que llega Antonio y ya los pasa a su cuarto. Eso suele ser tarde, pero mi colchón es buenísimo y Antonio también.

Pensé que en la parte económica nos iba a ir mal pero no fue así, como que nos hemos organizado, además creo que el vicio de atascarme de comida lo tenía mas en casa de Yeya.

Los viernes nos quedamos a dormir con Yeya porque regularmente Antonio tiene que ir los sábados al centro y si no circulamos pues es más fácil moverse desde aquí. Pero pues ya los sábados cuando llega nos vamos y el domingo despertamos en casita. Eso sí, no he tenido un descansito pero pues ni pedo, es la vida de las mujeres activas como yo. Y digo que ni un descanso porque aun sigo llevándome cosas de casa de Yeya y sacando cosas que no uso de mi casa, en fin un ir y venir de chunches. Pero en general nada que no se pueda sobrellevar. 

En algún momento tendré que conducir hasta allá y cocinar pero mientras Antonio haga eso por mí, no me preocupare, lo valoro mucho. 

Les dejo una recomendación, me  E N C A N T O la serie de Dark de Netflix, de verdad que los alemanes son una reata en todo. Un beso.