miércoles, 20 de septiembre de 2017

No puedo dormir

Estaba sentada en la cama como ahora cuando de pronto sentí que las persianas se movían y mis manos temblaban. Así que me di cuenta que se trataba de un sismo, mis pequeños dormían, así que no sabía que hacer. Solo me acerque a mi familia y no mas, pero el susto fue mayor cuando empezamos a ver las noticias por televisión. Ya no podía dormir, tenía miedo de no sentir una réplica y quedarme allí sin despertar, temía más por mis hijos. 
Apenas ayer sentí algo aun peor. Estaba sentada en mi escritorio porque tenía algunos materiales que acomodar y Mario Iván comenzaba con su tarea mientras nos íbamos a casa. Sentí que el escritorio vibraba y golpeaba contra el piso, pensé que enloquecía porque el niño ni se movió. Después paso una maestra por el pasillo y le dije que estaba temblando, dijo que sí. Tome a mi niño de la mano y el tomo su cuaderno y estuchera. Voltíe a verlo y le dije "Es como el simulacro de la mañana, no debes llevar nada", me tomo de la mano y bajamos la escalera, sintiendo que brincábamos a cada paso. Encontramos rápidamente la zona de seguridad mas cercana en el patio, pero veíamos como la canasta de basquet se movía de un lado a otro, Mario Iván apretaba mi mano. Cuando sentí que todo había pasado le dije: vamonos hijo. Subimos rápidamente por nuestras cosas al salón y escuche que Isabel me gritaba desesperada, estaba preocupada pero apenas y le conteste, ni siquiera me espere a que los niños que aun estaban en la escuela haciendo deporte fueron devueltos a sus padres. Me fui con mucho miedo. 
Aun en el estacionamiento llame a Antonio, una, otra y otra vez pero marcaba error en la línea. Sólo quería saber que todos estaban bien. Subí al auto y puse un poco de música, quería que Mario Iván se sintiera normal, que se durmiera, que no se preocupara. Llegue a casa directa,  el camino me pareció eterno debido al transito, un auto cercano tenía la radio a todo volumen y alcance a escuchar sobre el sismo de 7.1 grados. 
Llegue a casa y Antonio y Lili me esperaban desde la ventana con caras largas, Mario Ivan llegó impactado a contarles, pensando que era solo una vivencia de él. Allí se fue la luz y cada uno estaba en diferentes lugares a la hora del sismo. Lili había ido por Rafi a la escuela,estaban en una papelería en la que se cayeron los anaqueles. Antonio había recogido a Leo de la escuela e iba manejando para encontrarse con Lili. Mi papá en el doctor. Yeya en casa no pudo subir por Dani que se encontraba en la cama debido a una enfermedad, ni por mamá Chelelo que tiene 89 años y no puede caminar sin ayuda. Jaime se estaba bañando y salió angustiado con una toalla amarrada. Todos deseando que el sismo pasara pronto y encontrarnos de nuevo. 
Las noticias no han sido nada alentadoras desde ese momento hasta ahora. La familia de Antonio vive en Xochimilco y en una de las casas se cayó un tinaco, dos primas en el hospital descalabradas. La cifra de muertos iba en aumento conforme pasaba el día. Los niños del colegio Enrique Rebsamen atrapados, 400 de ellos, y los familiares desesperados. El edificio en Boturini donde trabajaba Antonio tenía ahora un vecino edificio con un piso desplomado. Mi cuñada Laura atrapada en un treceavo piso sin que se lograra evacuar todo el edificio. Mi abuelo y mi primo por el aeropuerto donde se abrió una grieta. Poco a poco se restableció la comunicación pero no la confianza. 
Ayer no podía dormir, Mario Iván escuchaba en la calle a las ambulancias y bomberos y me preguntaba en que momento sonarían las alarmas sísmicas, esta traumatizado como todos, me pidió que lo cuidara en la noche y me dormí hasta las dos de la madrugada esperando cumplir mi promesa, lista para salir corriendo con mis hijos en brazos. Antonio no durmió, quería cuidarnos a todos.
Las clases se suspendieron y Antonio no fue a la oficina, estamos en casa, nos enteramos por la tv y las redes, pero mi fuente de primera mano es mi hermano Gonz que debido a su trabajo en la comisión federal de electricidad esta en las zonas afectadas restableciendo el servicio de luz. Nos dice por mensajes que a algunos de sus compañeros los han asaltado ayer por la noche, aprovechando que no había luz en ciertas colonias populares. El mensaje de hace un rato no fue mas optimista, dice que siguen derrumbándose edificios, que la gente necesita mucha ayuda, que no han terminado de sacar a los niños de la escuela, ni de los escombros en general. Eso sí, habla de mucha ayuda, de voluntarios, de centros de acopio. Nos escribe poco, porque solo ha vuelo a su casa a dormir un par de horas y tiene que continuar en las labores de reconstrucción. 
Mañana otra vez no habrá clases y supongo que tampoco el viernes. El ambiente de tristeza se respira en las calles que están vacías. Todo esto me hace sentir un gran dolor en el pecho, siento ganas de llorar con cada noticia que leo, que escucho, me da impotencia, tristeza y miedo mucho miedo. El mismo que no me deja dormir ahora, pendiente, temiendo despertar con un pedazo de techo en mi cuerpo, con mis niños a los lados. ¿como se recupera la confianza?. Como le digo a Mario Iván que esto no volvera a pasar si me lo pregunta a cada rato y escucha un ruido y piensa que es la alarma sísmica. Los he dejado jugar todo el día video juegos, eso es raro pero quiero que se evadan. 
Se que la vida sigue y no puedo vivir así, sólo que aun es pronto. La historia tan cíclica, repitiendo una catástrofe de hace 32 años el mismo día.  Espero que esto mejore y que mi país se reponga.  México...

12 comentarios:

Macondo dijo...

Ojalá pase pronto y con las menores víctimas mortales posibles.
Muchos ánimos y un fuerte abrazo desde España.

llorenç Gimenez dijo...

Estimada Jova.. Terrorífico.. imágenes, relatos como el tuyo, vividos en primera mano, hacen estremecer..
Espero y me alegraría que estuvieras bien tu y toda tu familia..
Fuerzas y un abrazo..

Jova dijo...

Muchas gracias sus palabras consuelan mucho.

Recomenzar dijo...

Querida maravilloso texto bien escrito Nos haces sentir dentro de el.Un abrazo y que la luz del universo nos ayude

Campirela_ dijo...

Antes que nada espero que tú familia estén todos bien , debe ser una experiencia horrible ver como la tierra tiembla y no se puede hacer nada .
Gracias por pasarte por mi blog y dejar comentario te lo agradezco y lo dicho guapa ojala pase pronto estas malas vibraciones y todo vuelva a su ser y no haya más desgracias.
Un fuerte abrazo y todo apoyo desde aquí.

Liliana dijo...

Jova, no hay palabras para que no sientas miedo, lo he vivido en carne propia cuando aquí hibo uno de igual magnitud y posteriormente miles de réplicas,si te sirve de algo, ponte a rezar, no dejes a la mente que te gane, reza, reza y reza...a mi me funcionó.

Un abrazo

Dyhego dijo...

Toda una nueva tragedia.
Mis condolencias a todos los afectados.
Salu2.

Recomenzar dijo...

Y el mundo sigue loco oremos

Mi Álter Ego dijo...

Qué cosa tan tremenda... No puedo ni imaginarme lo que se debe sentir. Un beso grande y mucha fuerza. Para ti. Para todos.

Liliana dijo...

Jova, mi hija me acaba de decir que hay psicólogos dando terapia y brigadas...en la UNAM por ejemplo....si quieres mándame un correo y te mando más info.
aljardindete@gmail.com

Liliana dijo...

Hola Jova,

Cómo sigues? espero que bien...

Un abrazo =)))

la MaLquEridA dijo...

Todos tenemos una historia antes y después del sismo. Nadie volvió a ser igual.


Besos Jova, cuídate.