martes, 10 de mayo de 2016

Ese cabello tan lacio, tan suave, tan tuyo...

Y mientras te acariciaba el cabello, una máquina del tiempo se forjaba en mi cabeza, pude regresar a esos recuerdos que pensé ya no existían. 
Ocho, diez, doce, quince, veinte, veinticinco años atrás cuando en 1991  te conocí y quede perdidamente e irrevocablemente enamorada de ti. Mi historia de amor, cuenta también mi historia de vida. 
Tenía trece años por entonces y la verdad es que ahora se que el amor jamás se vive con tanta intensidad como cuando eres adolescente. Estaba en la secundaria y me gustaba leer revistas y en muchas de ellas te encontré y guarde esos recortes como un tesoro único. 
Siempre tuve una idea vaga de lo que quería como "hombre ideal", pensaba en Terry Granchester de la caricatura "Candy, Candy", que años atrás veía con mis mejores amigas de la infancia. Pero eso era un dibujo animado, tu, de carne y hueso. 
Delgado en extremo, más o menos como de mi estatura 1.60, tu piel morena clara, lo más excitante quizá tu boca y la sonrisa tierna enmarcada con dos hoyuelos, tus ojos oscuros.
Tu cabello, siempre tu cabello, que empezabas a dejar crecer, alguna vez te preguntaron sobre tus planes a futuros y tu inocentemente dijiste que "Dejarte crecer el cabello" jeje reí porque eso no sonaba como un gran plan, pero si lo fue, porque te volviste más atractivo ante mis ojos. 
Eras un chico tímido, hablabas muy mal el español, a pesar de ser puertorriqueño, y parecías inseguro cuando te hacían preguntas. 
No quería a ningún otro chico que no fueras tu, ya no me gustaba el hermano mayor de mi amiga, con su rostro tan blanco y su cabello tan negro, ahora parecía tan insípido al lado tuyo, tampoco quería andar con mi amigo de la escuela a pesar de haber tenido el atrevimiento de declarar su amor enfrente de todos los niños del salón, al contrario me enoje mucho porque siempre hablaba mal de ti y tu música. 
Para entonces había desarrollado un gran sentido analítico y quería comerme al mundo, así que decidí que tenía que conocerte, que tenías que saber de mi existencia y también de mi amor. 
En una de las revistas que leía encontré una forma de comunicarme contigo, escribirte una carta ( si con papel y pluma, todavía se usaban) y los de la revista que se llamaba "Atrevida"( ya no existe) se comprometían a hacertela llegar. 
Tomé una hoja de mi diario de aquellos tiempos, era de color morada y tenía unos rombos de morado mas oscuro como fondo. La puse en un sobre al que le hice dibujitos y le pegue calcomanias. Era muy pequeña y no pensé que pudiera plasmar tanto sentimiento en tan poco espacio. Pero me esforcé y más que una carta de amor resulto un grito desesperado y agónico de una adolescente que se enamora de otro que ni siquiera sabe de su existencia. 
Pude verme de  nuevo en mi vieja habitación, mientras tocaba tu cabello muy lentamente como queriendo detener el tiempo, escribiendo una carta que nunca mande. 

15 comentarios:

Liliana dijo...

Vaya, vaya.....eso es amor del bueno!!!!

Jejeje =))))

Se curó la obsesión, verdad? :P

Besitos❤

Jova dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jova dijo...

Aun no querida Lili, jeje, por eso escribo de él, para curarme. Besos a ti también.

TORO SALVAJE dijo...

El amor de adolescente no tiene rival.
Jamás se siente el amor como a esa edad.

Besos.

llorenç Gimenez dijo...

Hola Jova..!Ah! El primer amor, ese amor platónico que siempre estará presente en nuestro recuerdo, que bonito lo explicas, y como lo he vivido.. Son trenes pasados, pero que siempre nos quedan sus ecos..
Debiste mandar la carta.. !Ah.. qui lo sa..!!
Un abrazo..

Embrujo mis palabras de loca dijo...

holaaaaa jova cielito uf es que el primer amor es inolvidable jajaja que simpatica tu entrada me sonreia mientras te leia aunque con un gran interes jajaja sabes yo envié una carta en una botella la tiré al mar para que alguien la leyera jajaja hacemos cosas que no se borran jamás de la memoria feliz dia besitossssssssssss

Mi Álter Ego dijo...

Como bien dices, el amor nunca es tan fuerte como en la adolescencia. Un besote!!!

Recomenzar dijo...

Un placer es leerte y dejarme llevar por tus letras
he gozado tu texto

Amapola Azzul dijo...

Besos. Lindo relato lleno de emoción. Enhorabuena.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Recuerdo que los periódicos, también dejaban un espacio, para los lectores que quisieran establecer amistad, y uno buscaba que hubiera chicas, y estas, que entre los que dejaban su dirección, hubiera jóvenes. Y así, nacían, amores por correspondencia.
Jova, tu crónica, tiene nostalgia, y lo engancha a uno, porque quién no se enamoró de una artista de cine, una diva, o de personajes principescos, o mandatarios, por su porte y estampa.Personalmente, tuve mis amores de correspondencia nunca mandada, casi fetiches: Marilyn Monroe....hasta cuento le hice. UN abrazo. Carlos

Demian dijo...

Que hermoso sentir. Cuando el amor nos abraza no existen tijeras. besito

Celia dijo...

Qué bonito, Jova! Recuerdo ese amor adolescente. Yo estaba enamorada de LEigh Garret. Jajaja
Y gracias por tu visita y comentario.
Me quedo por aquí con tu permiso.
besos

Anónimo dijo...

Que lindo recuerdo, Jova!, seguro que todos los que te leemos hemos tenido algún amor de ese tipo, esa locura adolescente que quemaba y nos hacía sentir tanto y tan fuerte...
Me encanta como lo has contado.
Un abrazo.

la MaLquEridA dijo...

Amor adolescente, amor inolvidable-


Un abrazo

El collar de Hampstead dijo...

Un lindo recuerdo!
Yo también lo tenía...hasta que me reencontré con él y buffff se estropeó todo...

Besos.