Consiste en un tema con dos variaciones que se repiten 842 veces según las ordenes de su autor, Erik Satie, quien entro por primera vez a la escuela de música a los 41 años.
Para tocarla se requiere de 10 pianistas que toman turnos sin parar porque dura un total de 19 horas continuas.
4 comentarios:
Qué curioso. No conocía esta historia. Aunque componer algo de 19 horas me parece un poco snob. Jajajaja. Besotes!!!
Ahhh el piano y sus recuerdos infantiles.
Un beso Jova
Curioso, son cosas de Erik Satie..Un abrazo Jova.
que arte el que cuentas maravillo beso
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