Desde hace tiempo quería escribir porque me he sentido muy bien conmigo misma, sin embargo los grandes cambios acarrean grandes catarsis y hoy me siento en una de ellas.
¿Alguna vez han sentido que despiertan un buen día y diez años de su vida se fueron volando?, años en los que dejaste de ser tu. Es como si alguien hubiera tomado mi personaje y yo miraba como espectador.
Se que en algún lugar todas las almas estamos reunidas y allí pides a otros como tu que participen en esta gran obra de teatro que se llama vida. Algunos tendrán personajes secundarios, otros solo serán el dentista que te saco una muela pero todos estamos conectados desde antes. Nada es casualidad.
Siento que me perdí del amor no sólo diez años, quizá 20 quizá toda la vida he estado perdida, buscando entre las sombras esa sensación tan placentera que dicen que se llama amor.
El amor más puro que he sido capaz de profesar es el que siento por mis hijos, así mismo he recibido el de mis padres.
Pero ¿que hay del otro? ese que hace que se te erice la piel con tan solo pensar en esa persona, que hace que no puedas dejar de soñar con su cuerpo, su rostro, sus labios, su sexo, en todo su ser. Y que al dejar de besarse o abrazarse aun sigas sintiendo sus labios y su cuerpo y cada que cierres los ojos lo puedas volver a sentir.
Que te hace ser mejor ser humano y ver el mundo con toda su magia. Y agradecer que tienes a alguien cerca y que posees la capacidad de amar con tanta pasión y ternura al mismo tiempo.
Yo quiero eso en mi vida, quiero dejar de sufrir, dejar de recibir migajas de amor, de suplicar amor. No quiero vivir con un corazón reparado, quiero un corazón pleno que se acelere cuando el ser amado este cerca, que quiera salirse del pecho porque el espacio no le es suficiente para tanta emoción.
Quiero vivir, quiero dejar de morir un poco todos los días, con el hastío de la rutina y las ganas apagadas.
Quiero que me toquen con pasión, que rían conmigo, que me escuchen cantar en italiano, que me besen y me abracen con tanto amor, que no me quede mas que caer rendida.
Quiero que me digan palabras dulces al oído, que me acepten como soy, que pueda ser libre, pero que en el fondo sea cautiva de ese querer.
Sólo quiero un amor bonito. ¿es mucho pedir?
