lunes, 28 de julio de 2008

Una sombra en el suelo


Me despertó el sobresalto de apuñalar a un hombre, sentí como se clavaba el puñal en su piel y como la sangre escurría, pero no estaba muerto, sólo herido. Así estoy ahora, herida pero no muerta. Y eso es lo peor que puede sentir un ser humano. Pero como en mi corazón existe un rincón de compasión, lo apuñale hasta que sentí que la vida se le escapaba.

Ayer alguien tuvo un poco de compasión, pero la suerte no estuvo de mi parte. Es aun muy pequeña y era la primera vez que utilizaba unos cuchillos tan grandes. Por eso cuando los acerco a mi, sin darse cuenta los puso en mi yugular, y allí estaba yo esperando el momento definitivo que me regalara la gloria, la muerte que todo artista desea, sobre un escenario.

El frío de las navajas, asi se debe sentir el frío de la muerte, si hubiese respirado me hubiese causado una pequeña herida, pero no pude ni respirar, la expectativa no me lo permitía. Sentí su respiración y pode oler su miedo, ese que la ayudo a retirarlos lentamente de mi cuello.

Es por eso que hoy desperté, por un error grave de ayer. Quizá mañana tenga más suerte o quizá no. Eso no se sabe. Sólo queda la angustiosa espera.

2 comentarios:

osbel dijo...

tal vez lo de ayer no fue un error grave... sino que estaba todo planeado con premeditación por alguien más... y el error grave es el que no quieras despertar de este sueño... no se sabe, edgar allan poe dijo una vez que "todo lo que vemos, o creemos ver, no es sino un sueño dentro de otro sueño"

el Bizarro dijo...

el pedo es saber
q sueño es el q sueñas
y en cual pseudovivimos

no c procupe
quiza no merecias morir d forma
"tan curel"
quiza t llegara
un arrimon dormida
o quiza cuando topes el transporte
la muerte es tan esquicita
q no d oportunidad a verla taaan d frente
:3